viernes, junio 24, 2005

Día de Reencuentros

Ayer fue mi “regreso a casa” oficial en la Academia J. Elton, de la que me gradué el 2002. Fue por motivo de una charla a alumnos potenciales de la que fui invitado a participar. La academia consideró apropiado contar con la opinión de un ex alumno y yo me beneficié del asunto porque me puso a pensar una vez más en las ventajas de estudiar esta carrera profesionalmente y la falta que hacen estos profesionales en el rubro actual para subir el nivel gastronómico en Chile. Además, tuve la suerte de compartir la mesa con Christopher Carpentier, actual Chef de la Viña Morandé. Él fue profesor en la academia, y a pesar que yo solo lo tuve por un par de clases de reemplazo, trabajar con él en Agua fue también una escuela para mí. Así, aproveché de agradecerle las oportunidades que me brindó y de escuchar lo que tenía que decirles a los jóvenes interesados.


La velada comenzó interesante, pues me tocó interactuar con los prospectos mientas llegaban y se acomodaban; además le daba tiempo a los organizadores de detallar la sala de conferencias. Fue agradable compartir con los ansiosos alumnos potenciales y descubrir sus ideas y expectativas. Veía en sus rostros las mismas preocupaciones y entusiasmo que recuerdo haber sentido la primera vez que visité la academia para averiguar sobre la carrera.

Discutimos brevemente la malla curricular (versión mejorada a la que tuve yo) y no perdí la oportunidad de preguntarles su opinión sobre la gastronomía actual. También les adelanté algo de mi charla y les comenté sobre mis experiencias, tanto en la academia como afuera de ella.

En la charla comenzó el Director Ejecutivo, Don Jorge Leyton Navarro con un powerpoint sobre la visión, misión y objetivos de la academia y sus carreras. Fue corto e indoloro. Lo seguí con mi corto discurso, para el que me había preparado con ciertas palabras claves, en las que ahondé: Hospitalidad, Profesionalismo y Excelencia. Luego les brindé mi opinión sobre las diversas opciones reales que tienen al graduarse en esta profesión y concluí recordándoles que ellos son el futuro de esta profesión en el país y que no tengan miedo de elevar la barra.

Finalmente, Christopher, con sus quince años de experiencia, nos habló sobre la importancia de entrar al rubro con un título profesional, y nos habló de la importancia de la habilidad, que se puede ensañar. También nos habló de la pasión necesaria para ser feliz en esta carrera y el orgullo que debemos tener como cocineros. Después de las charlas hubo un tour de la academia y un ligero cocktail informal para que la academia llegue a conocer a los interesados de una manera más personal.

Para mi fue un placer haber sido partícipe de esta velada y ver el entusiasmo de los interesados y oír a Christopher hablar sobre cuestiones que uno comienza a entender y con las que se puede identificar. Por eso le agradezco a la Academia J. Elton por su invitación, y por haberme dado la oportunidad de reencontrarme con mis viejos profesores (entre los cuales incluyo al Chef de la Viña Morandé) y por ayudarme a darme cuenta que el futuro sí es brillante.

PD. Aquí pongo una foto que tomé yo del cocktail de despedida. Pero los organizadores deben tener alguna mejor. Voy a pedirles una para agregarla.