Ley del Tabaco
No soy el primero que escribe sobre este tema ni tampoco voy a ser el último. Pero, ya que estoy relacionado con el rubro que va a causar más polémica, me siento en derecho de expresar mi opinión. Pero primero veamos los hechos. La nueva ley de tabacos es una completa legislación de todo lo relacionado al tabaco, desde su producción, publicidad, venta e incluso lugares permisibles donde fumar.
Para resumir, las tabacaleras deberán presentar todos los ingredientes y aditivos que llevan sus cigarrillos con el fin de informar mejor a los consumidores sobre agregados adictivos o dañinos que antes ocultaban. Las advertencias en las cajetillas ocuparán un mayor espacio (60% de la cara principal) y el resto del contenido gráfico de la cajetilla deberá cambiar cada 12 meses. Después de 18 meses de aprobada la ley, se prohibiría cualquier publicidad de cigarrillos, con excepción de los puntos de venta. La venta está negada a menores de 18 años y no se puede vender en las cercanías de ningún colegio. Finalmente, se prohíbe fumar en lugares públicos, lo que incluye a bares y restaurantes con un espacio para servicio de más de 80 metros cuadrados. Estos locales podrán tener áreas de fumadores, pero no podrá ser mayor al 40% del espacio total de servicio y deberá estar herméticamente cerrado y con un sistema de ventilación propio.
Como consumidor que no fuma, las medidas me agradan. Estaba resignado a la diminuta y alejada sección de no fumadores que normalmente ofrecían los restaurantes. Era peor en los bares, pues ahí no existía el escape al humo. La pregunta es, ¿cómo lo tomaran el resto de los clientes, en una sociedad donde predominan los fumadores?
Ahí entra la polémica, pues los propietarios de bares y restaurantes están preocupados por la posible pérdida de clientes. Incluso salió a declarar, públicamente, el presidente de Achiga, Fernando De La Fuente. Dijo que, en un muestreo, el 55% de los clientes en los restaurantes fumaban, y que estos consumían más que los no fumadores. Se mostró en total desacuerdo con la norma, llegando incluso a sugerir que si el alcoholismo y el alto colesterol también eran enfermedades, entonces como siguientes medidas podrían llegar a prohibir el alcohol y las comidas grasosas en los restaurantes.
No se como empezar a explicar todo lo equivocados que estuvieron sus comentarios. Solo me queda pensar que Fernando De La Fuente es un fumador resentido con las nuevas restricciones que tendría para fumar cuando le plazca, o que tenga fuertes presiones mal informadas que lo obligaron a comentar de esa manera. En primer lugar, no se está impidiendo la entrada a los fumadores a los bares y restaurantes, simplemente se les está prohibiendo que no fumen adentro de los locales. Es decir, los clientes van a ser los mismos. Dudo que estos opten por no salir a comer solo porque no pueden fumar. Realmente, si no pueden aguantar un par de horas sin un cigarrillo, ¿qué hacen durante cualquier vuelo internacional? ¿Se despiertan cada hora para prender un cigarro? Puede que al principio exista un rechazo de los clientes, pero estos van a acostumbrarse. Por otro lado, van a adecuarse áreas para fumadores en bastantes locales. Es una opción que le dio el gobierno a los restaurantes, algo que no ocurrió en los estados de los Estados Unidos donde se adoptaron leyes similares de tabaco. Finalmente, es una lástima que Fernando De La Fuente crea que esta parte de la ley esté diseñada para corregir una adicción al tabaco. En realidad, estas normas específicas están pensadas para proteger al trabajador. La regulación claramente establece que no se permite fumar en ningún lugar de trabajo con más de 10 personas. El alcoholismo y el alto colesterol (u otras enfermedades que parten de la mala nutrición) son problemas serios, pero más íntimos. Si un cliente se toma una botella de vodka solo y otro come quince barras de mantequilla envueltas en tocino y fritas, el personal que les sirve y los otros clientes no van a sufrir del famoso humo de segunda mano. Estas leyes son tomadas de los ejemplos estadounidenses, donde nacieron estas leyes precisamente porque la calidad del trabajo de meseros y cantineros era deplorable. Digo que es una lástima que Fernando De La Fuente se haya equivocado porque como presidente de Achiga debería pensar un poco más en la gente que trabaja en su rubro. La salud es más importante que el dinero.
Tal vez el problema sea más serio en los bares. Pero mi razonamiento no cambia. Al principio, es posible que la gente prefiera reunirse en casas y departamentos particulares solamente porque ahí se puede fumar. Pero esa sería la única opción. Eventualmente se aventurarían a los bares y discotecas porque en esos lugares existe mejor ambiente.
Vuelvo a mencionar los Estados Unidos porque justamente estaba viviendo en el estado de Nueva York cuando entró en efecto la ley que prohibía el tabaco en bares y restaurantes. Las dudas y polémicas eran las mismas que aquí, excepto que los norteamericanos tienen una cultura de no-fumadores bien establecida. Los restaurantes siguieron igual. De todas maneras, por educación, eran pocos los clientes que fumaban en ellos. En cuanto a los bares, después de una ligera baja en clientes y ventas, los números han ido en un aumento estable. La verdad es que los clientes que no fuman se sienten más atraídos a estos locales, pues ya no tienen que lidiar con los dolores de cabeza, carraspera y ropa maloliente típica del día siguiente; y los fumadores volvieron a los bares porque les gusta. Total, si querían fumar, simplemente salían a la calle, donde los bares colocaron ceniceros públicos. Si ellos lo hacían sin problema en los nevados inviernos del norte, por qué no nosotros en los nuestros, mucho más templados.
Como conclusión, me parece que las leyes son fantásticas. Mi idea fue siempre abrir un restaurante donde el cigarrillo esté prohibido para darme la libertad de manejar mejor los aromas de mi comedor. Esta ley me ayuda, pero no me agrada solo por mis motivos personales. Creo que cualquier medida en pro de un mejoramiento de salud con información sobre lo dañino del tabaco es buena. Seguramente la polémica y las protestas van a crecer, pero espero que no afecten la ley, que es positiva.
2 Comments:
Carlos, buenìsimo tu comentario, al igual que tu no soy fumador asì es que esperemos que esto de la nueva ley se respete a cabalidad.
Ademàs te quiero felicitar por tu blog ya que con tu experiencia tienes mucho que aportar. Saludos y visitame cuando quieras vas a estar dentro de mis blog favoritos.
mario
EN LOS ESTADIOS QUE PASA TENGO UN ESPECTADOR EN LA FILA DEBAJO DE LA MIA Y SEFUMA PUROS QUE LE DURAN TODO EL PARTIDO ¿QUE HACEMOS CON ESTO ,ME FUMO YO SU PURO?
Publicar un comentario
<< Home