Comida Rápida vs Comida Chatarra
Hablando con amigos y otros interesados de gastronomía, muchas veces sale el tema de la comida rápida. Debo reconocer que yo mismo tiendo a confundir el concepto con el de “comida chatarra”. Pero la verdad es que ni la comida tiene que ser rápida para ser considerada basura, ni tampoco es basura toda la comida rápida. Aquí voy a intentar separar ambos conceptos.
Primero, mi punto de vista. En aquellas discusiones con mis amigos soy quien ataca a las grandes cadenas y trata de explicar el sentido de la filosofía que defiendo: el movimiento slow food. Pienso que en el neurótico tiempo actual estamos olvidando dejarnos tiempo para el ocio. Sí, el ocio que tan mala reputación tiene es, en realidad, un momento del día dedicado a los pequeños placeres que nos relajan y distraen de las preocupaciones del resto de nuestra rutina. Sonreír, amar, escuchar buena música y comer son buenos ejemplos de esos preciados y tan escasos momentos de recreo. ¿Por qué, entonces, comemos apurados? Para muchos, incluso, comer es una necesidad no bienvenida. ¿Entonces? Las hamburguesas que saben a plástico y los completos con mayonesa verde (Palta, le llaman ellos). Desafortunadamente no puedo cambiar las rutinas de toda la ciudad (¿Del país? ¿Del mundo?).
Comida Chatarra – El problema empieza cuando los consumidores eligen locales como McDonald’s para sus rápidas comidas. Entiéndase que no estoy en contra de ese tipo de establecimientos. Siempre recuerdo a un profesor de Marketing Internacional con mucha experiencia de ventas en Asia. Nos decía que cuando viajaba solo comía en las franquicias conocidas, porque sabía que la comida ahí era reconocible. No podía arriesgarse a una enfermedad gastrointestinal por comer algo desconocido y perder una venta. Estoy de acuerdo. La comida es familiar y posiblemente no va a enfermarte. Pero es comida rica en grasas y azúcares (para más información vean el entretenido documental Super Size Me).
Es gracioso porque en la academia nos enseñaban repetidamente que la grasa es sabor (fat is flavor). Pero hay maneras de manejar la grasa para hacerla menos perjudicial. Ferrán Adrià hablaba al respecto cuando comenzó a abrir sus cadenas Fast Good. Decía que las papas hay que freírlas con aceite de oliva limpio y dejarlas escurrir antes de servirlas. Eso, no es lo que hacen los locales de comida rápida que la mayoría frecuenta. Pero la verdad es que Fast Good tampoco es una opción barata. Muchos, diría la mayoría, eligen su comida basada en el precio. También hay que considerar la disponibilidad de estos locales de comida rápida. Basta caminar por Ahumada o Huérfanos y ver cuantos logotipos de arcos dorados o hamburguesas de Burger King vemos en la calle. ¿Hay una solución?
Comida Rápida – Como restaurante es muy difícil competir contra la mercadotecnia de estas franquicias. Por volumen ellos pueden cobrar muchísimo menos por una comida llenadora que la mayoría de los locales que quieran hacerles competencia. Sin embargo, existe una opción: la comida callejera. Desafortunadamente en Chile existe una mala imagen de este tipo de comida y muy poca es consumida. Pero en países con mayor identidad gastronómica, es normal que el almuerzo apurado de los locales sea pasar por un carrito a comer anticuchos o empanadas o tacos.
El problema es uno de marca. Leía hace poco en el blog de Inés el texto de una conferencia dictada por Gastón Acurio. Lean el artículo entero, pues vale la pena. Solo quiero prestarme este párrafo que explica mejor de lo que yo jamás podría mi punto de vista:
Cuando uno pregunta a diez peruanos si le gusta el pan con chicharrón los diez dicen que sí. Cuando uno pregunta si le gustan las hamburguesas la cifra baja a 5 o 6. Sin embargo cuando uno repregunta cuantos panes con chicharrón o cuantas hamburguesas ha comido durante la semana, estas últimas siempre terminan ganando. Entonces entendimos claramente el mensaje. El problema no era nuestro sanguche, el problema era que no había una marca que haya podido salirle al frente a las cadenas de comida rápida donde a partir de nuestras tradiciones sangucheras pudiera crear un escenario que satisfaga las aspiraciones de su gente.
¿Entonces? La solución no es eliminar la comida rápida. Desafortunadamente hoy en día es una necesidad. La solución es eliminar la chatarra de la comida. Pero hay que crear marcas reconocibles que atraigan a locales y extranjeros.